Dice George Steiner: «Una de las principales obras sobre filosofía del lenguaje y sobre la interpretación de la poesía de Hölderlin fue compuesta a la distancia de un tiro de bala de un campo de muerte. La pluma de Heidegger no se detuvo ni su espíritu enmudeció.»

¿Cuál es la razón por la que históricamente los momentos más excelsos de cultura han coincidido con los picos más altos de barbarie? ¿Cómo puede ser que Viena haya producido y albergado en sus calles a Mahler, Kafka y Hitler? ¿Krauss  tenía razón cuando decía que fue “el campo de pruebas de la destrucción del mundo”? ¿Cuánta verdad resiste un hombre?

Los dos personajes de esta novela  navegan y se busca en la gran ciudad. Algo los atrae. Sus vidas son la expresión de una cultura refinada, prestigiada. Se encuentran y se reconocen, son dos partes de un todo en pleno acuerdo. Pero no hay lugar para ellos en el mundo, el género humano se pierde, se destruye en lo inmediato y la insensatez, se agota. Ellos crecieron acariciando un sueño, todo era posible, todo estaba cerca. Ahora son dos pérdidas, dos fantasmas que marchan al encuentro de lo que huyen: un orden oculto que proviene de un tiempo que todos daban por muerto, vencido. La expresión más acabada de lo que buscan es algo tan increíble como propio. Es una búsqueda que produce monstruos.

A través de una prosa impecable y audaz, Fernando Peirone pone en pugna y enhebra dos hombres, dos formas de una misma cultura, se mete de lleno con lo importante y cuestiona el fundamento de lo social con un trazo profundo donde la tensión literaria mantiene en vilo al lector hasta el final; cada uno puede verse reflejado en esa tensión. Cuando nadie arriesga estilos ni temáticas, una novela original, sin compromisos con el mercado, alguien que tiene algo para decir, un aire nuevo en la narrativa argentina.